jueves, 17 de enero de 2013


POETAS EN TIEMPOS DE ESCASEZ

                                                                                                                                                                                   
Mira! nosotros somos, nosotros; es fruto de las Hespérides!

Pan y vino IX.

 

Se trata de la más reciente exposición en El Parqueadero (espacio del Museo Casa Botero de Bogotá-Colombia), patrocinada por el Instituto Goethe a cargo de distintos artistas que a través de videos e instalaciones nos invitan a reflexionar como lo dice el titulo de la exposición, sobre esos poetas en tiempos de escasez. Y ¿quiénes son los poetas en tiempo de escasez? Dice Hölderlin en su poema Pan y Vino:

…Mientras tanto pienso a menudo
Que mejor es dormir, que estar así sin compañeros,
Que aguantar así, y qué hacer entre tanto y qué decir,
No lo sé, y para qué poetas en tiempo escaso.
Pero ellos son, dices tú, como los sacerdotes sagrados del dios del vino,
Los que fueron de un país a otro en noche sagrada[1].

Los poetas en tiempos de escasez para Hölderlin son los creativos que traen alguna alegría al mundo sin dioses. En general diríamos según el contexto de la exposición que serian los artistas, como parece coincidir el texto del catalogo. Pero cuando observamos la exposición nos damos cuenta que la poesía es elaboradora allí por el hombre y la mujer del común aplicados en desarrollar una labor, aunque no cualquier labor, es una labor repetitiva, rítmica, corporal, coordinada, riesgosa,  un tipo de trabajo cada vez menos común que está siendo remplazado por las maquinas: el trabajo obrero. Los invito entonces a esta otra reflexión sobre el significado de poetas en tiempo de escasez.

El trabajo corporal, y todo trabajo es corporal en algún sentido, pero diríamos que el trabajo principalmente corporal cuenta con unos elementos que se pueden observar a partir de esta  exposición:

Y pensando en las horas anuncia un vigilante el número.
Pan y vino I
 

En primer lugar el tiempo, el tiempo es un noción abstracta que occidente ha hecho medible a través del reloj. La obra de Mark Formanen (Alemania) titulada Standard Time, muestra un gran reloj a partir de la labor de un grupo de trabajadores perfectamente entrenados, que  hacen el montaje de la hora en el tiempo preciso para que el reloj marque el minuto siguiente de manera que la obra se actualice minuto a minuto a la vez que está en concordancia con la hora actual del lugar donde se expone. Con esto el artista vuelve el tiempo un trabajo a la vez que el trabajo se sigue haciendo en un  tiempo, todo esto mientras el espectador observa como el tiempo deja de ser abstracto para hacerse trabajo de hacer el tiempo y el trabajo a la vez es algo tan banal como mostrar una hora.

Crea el que lo haya comprobado! pero tantas cosas suceden,
Ninguna produce efecto, pues somos sin corazón, sombras…

Pan y vino IX.
 

La banalidad del trabajo se refleja también en la obra de Chris Larson (USA), Deep North, consistente en la filmación de  una máquina de hacer hielo que ejecutan tres mujeres en un recinto que a la vez está congelado. De esta manera como lo señala el catalogo de la exposición a pesar de que el hielo pareciera congelar el tiempo, el proceso de producción continua para estas mujeres cuya labor es realizar ese hielo que debería petrificar el tiempo pero que en cambio hace su labor infinita.

Quietamente en el aire crepuscular resuenan los redobles de campanas,…

Pan y vino I
 
 

Otras dos grandes características que se observan son la repetición y el ritmo, por alguna razón la manera que el hombre se aplica en  una labor repetitiva es rítmica, quizás porque el ritmo es una repetición. Esto se lo dejo a los filósofos. Lo relevante es que en muchas de estas acciones como por ejemplo la obra de Pablo Lobato (Brasil) titulada Bronze Revirado, se muestra esta relación entre ritmo y trabajo, la obra de Lobato registra la manera en que  para hacer sonar en debida forma la campana de una iglesia Brasilera, se hace necesario que el cuerpo de los ejecutantes este en total sincronía con el movimiento de la campana para que esta produzca el llamado característico, esta sincronía hace de la ejecución una coreografía al compas del sonido de la campana, una danza  macabra si se considera que en cada movimiento los ejecutantes arriesgan su vida. Estos campaneros lo hacen además con total devoción, en el sentido literal de la frase de Hölderlin de ser “sacerdotes sagrados del dios del vino”.

Crea, disipa y casi se le volvió lo no sagrado sagrado,
Lo que él con mano bendita insensata y buenamente roza.

Pan y Vino IV.
 

 El cuerpo es otro elemento que se muestra en esta exposición, cuerpos hermosamente disciplinados en el sentido Foucaultiano, como los de estas mujeres de una tribu india de la obra In Comparison que a punta de llevar en sus cabezas nueve ladrillos en cada recorrido, cuentan con unas figuras delicadas, o los cuerpos de estos campaneros que en su labor desarrollan cierta musculatura, una labor que además solo personas con juventud y cierta capacidad física pueden realizar; o las mujeres de la fábrica  de tejido taiwanesa de la obra Factory de Chen Chieh-Jen, que en sus manos y es sus espaldas cansadas  evidencian los resultados de una vida de producción frente a una máquina de coser para un mundo de consumo, un trabajo que a pesar de la repetición es realizado con la más delicada  poesía como lo muestra el artista.

Se establecen en órdenes magníficos los pueblos
Unos con otros y construyen los templos hermosos y ciudades
Firmes y nobles, se alzan junto a las orillas -
Pero dónde están? dónde florecen las conocidas, las coronas de la fiesta?

Pan y Vino VI
 
 

Aunque el trabajo parezca tener estas constantes de tiempo, repetición, sincronía, cuerpo, cada cultura tiene una manera particular de hacer las cosas que funciona para ellas, aunque la producción este cada vez este más normalizada por la industrialización. Como se muestra en la maravillosa obra In Comparison de Harun Farocki (Alemania), que muestra las particularidades en la producción de un objeto al parecer estandarizado como un  ladrillo. Este artista nos transporta a un viaje etnográfico a través de distintas formas en que algunas culturas realizan esta labor de producir ladrillos, desde el África hasta las maquinas más sofisticadas y precisas donde la labor del hombre es cada vez menor, pero no por ello menos repetitiva, temporal, rítmica, corporal. ¿Que cambia en esta culturas? todo y nada. En cada una de estas culturas hay una manera particular de distribución de las funciones en la elaboración del ladrillo, una división principalmente de género entre las funciones, lo cual no indica que las funciones más delicadas estén a cargo de las mujeres, así por ejemplo se puede observar la precisión con la que algunas mujeres calculan la medida exacta de pesadas bolas de arcilla que casan perfectamente en los moldes;  también una manera diferente de integrar la comunidad alrededor de los mismos, culturas donde no existe una división entre el espacio de trabajo y el espacio de la vida en comunidad, por lo que es común que los niños hagan parte de la labor productiva, o mujeres que cumplen los roles de madres y trabajadoras en el mismo lugar, por lo que vemos una mujer que apenas despacha  su porción de trabajo toma a su hijo en brazos para de nuevo volver a despachar su labor, en un ciclo continuo donde se intercalan su trabajo en la elaboración de ladrillos con su trabajo como madre. El video cuenta con un sinnúmero de imagen de un contenido sociológico ilimitado.

Así es el hombre; cuando está allí el bien, y se preocupa con dones
Un dios mismo por él, él no lo conoce y no lo ve.

Pan y Vino IV

Otro elemento presente en estas obras es el riesgo o si se quiere la muerte, estas personas de alguna u otra manera desafían las leyes físicas como los dioses y en su accionar esta siempre la tensión de que algo  podría salir mal y muy mal, que los precarios andamios de la construcción se caigan, que los campaneros pierdan el ritmo y caigan desde las alturas, o incluso en el riesgo más sutil pero no menos grave de que la salud de las textileras sea vea cada vez mas disminuida producto de la precariedad de las instalaciones, de sus extensas jordanas de trabajo etc.. El tema de riesgo es abordado de forma sarcástica por Roman Signer (Suiza) en su obra Bürostuhl, quien de manera osada se sienta en una silla de oficina que hace girar con el impuso de fuegos artificiales que sostiene en sus manos, un riego mínimo si se compara con el de estos trabajadores que se juegan la vida de la misma manera repetitiva en que hacen su trabajo y un riesgo que carece de la religiosidad de los campaneros, lo que lo convierte en algo superfluo. Por eso! y burlarse con gusto de la burla le gusta a la locura regocijante. Pan y Vino III.

Ante el éter no es digna la búsqueda de la ociocidad.

Pan y Vino VII
 

Finalmente la interesante obra de Julian D’ Angiolillo (Argentina) titulada Hacerme Feriante, que muestra a través de la inserción que hace el artista en el mercado negro de Salada, las condiciones del trabajo en el mercado ilegal, que por demás son las mismas que podría haber en una fabrica taiwanesa. Es decir que el trabajo es fundamentalmente lo mismo en el mundo del capitalismo, sea este legal o ilegal. Es además una de las obras junto a la de Roman  Signer, donde el artista es  protagonista, en el caso de D’ Angiolillo que se convierte en poeta mismo de la escasez, esto es como trabajador que se inserta en este mercado negro y en el segundo en la forma simple de artista que no se sale de su rol de hacedor de arte y denuncia desde el sarcasmo.

La exposición itinerante que  ha recorrido varios países de Latinoamérica, invita a dos artistas locales, en este caso se trata de  Jaime Tarazona que interviene mapas y grabados con obras arquitectónicas que modifican el espacio incluso  mas allá de las fronteras geo-políticas de los países, renovando la pregunta por la función e importancia de la arquitectura. Y Camilo Restrepo que elabora una especie de escultura con su cuaderno de notas de manera que un instrumento de trabajo del artista se convierte en la obra misma, además de la invención de un maquina que extrae los pigmentos utilizados en su cuaderno de notas para ser reutilizados. Se trata de dos obras que contienen ideas interesantes pero que en su realización dejan mucho que desear, además de no mantener un dialogo fluido con las otras obras de la exposición, es decir que no se observa en ella esos “poetas en tiempos de escasez”, al menos en el sentido en que venimos hablando.

Frente a la curaduría diría que el sonido de las obras se cruza entre si y no estoy segura que tan bueno sea esto, aunque de otro lado facilita este tipo de relaciones a las que me estoy refriendo. Rescato el interés por colocar acomodación para que los asistentes puedan observar cómodamente los videos. El texto que acompaña los videos es muy pequeño y es posible que sin ellos los asistentes se pierdan un poco, aun así es imposible no conmoverse con estas maravillosas imágenes y sobre todo es imposible no sentirse increpado sobre nuestra forma de producir o hacer poesía en tiempos de escasez. La escogencia de las obras fue bastante acertada con excepción quizás de las obras colombianas.

 

Colmados de las alegrías del día van a sus casas a descansar los hombres,
Y ganancia y pérdida sopesa una cabeza reflexiva
Satisfecha en el hogar; vacío está de uvas y flores,
Y de las obras de la mano descansa el industrioso mercado.

Curador: Alfons Hug (Alemania/Brasil). Co-curadora: Paz Guevara (Chile/Alemania)

13 de Septiembre de 2012. 5:00 pm - 20 de Octubre de 2012. 5:00 pm

BOGOTÁ, Museo de Arte del Banco de la República, El Parqueadero

La mayoría de estos videos se encuentran en internet.

 



[1] Los apartes del poema Pan y Vino de Hörderlin corresponde a la traducción de Rafael Capurro.
 

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