viernes, 5 de abril de 2013

LA MARCHA DE LAS PUTAS
 
 
Es el segundo año consecutivo, que algunas feministas colombianas hacen el llamado a hombres y mujeres a participar en esta marcha. Se trata como reconocen las organizadoras de la copia de la marcha canadiense, y está en consonancia con los procesos de apropiación de las categorías usualmente despectivas para empoderar sectores tradicionalmente excluidos. El ejemplo más común se encuentra en la palabre nigger o negro, usualmente despectiva pero que reapropiada por la comunidad afrodescendiente en los Estados Unidos es significado de orgullo y pertenencia a una comunidad.
 
La invitación en este caso tiene que ver con no solo la palabra sino la estética de la puta o prostituta. En sentido estricto tendría que ver con un oficio ancestral de intercambiar dinero por sexo, y los hombres la aplican indiscriminadamente para hablar despectivamente de las mujeres, para insultarlas etc, ser insultada de esta forma en nuestra cultura es una ofensa mayor y el que los hombres sigan usando esta categoría para violentarnos resulta inadmisible, y es señal de la diferencia de igualdad en nuestras sociedad donde la palabra puto, no contiene la misma carga peyorativa.
 
Pero considero que nuestras amigas feministas podrían estarse equivocando en esta oportunidad, así por lo menos parece mostrar lo sucedido el año pasado donde a la misma convocatoria asistieron un montón de jovencitas, estudiantes etc, que por un día sacaron lo más extravagante de su vestuario, aparentemente no habría diferencia entre la noche de brujas que cada día es más un evento para adultos y esta marcha.
 
El gesto me parece ridículo en primer lugar por que se aferran al significado y la estética más pobre que tiene la palabra puta, que no es nisiquiera la de la mujer que vende su cuerpo y su sexualidad por dinero, sino la de alguien que para hacerlo se viste exactamente en la forma en que los hombres la desearían ver para pagar por tener sexo con ellas, desde cuándo esto es liberador?. Más aun cuando estas mujeres de la marcha ni siquiera acostumbran a vestirse así.
 
Las organizadoras argumentan, no sin fundamento, que están reivindicando la libertad de la mujer para vestirse a su antojo sin que esto la haga víctima de violación, en lo cual coincido, es ridículo justificar la violación bajo el argumento de la provocación de la mujer, lo cual constituye un insulto para los propios hombres que se supone son algo más que animales instintivos; pero se trata de un falso argumento, los hombres no abusan por este motivo a las mujeres, un hombre que viola no es principalmente alguien que interpreta mal las señales de una mujer reveladora, una violador es alguien que impone su deseo al otro, por considerarla inferior a él. Entonces es posible que se este atacando la causa equivoca.
 
Más aún es posible que con la forma estética a que invita este evento, se estén  reforzando ciertas formas de opresión, como la que significa la prostitución libre u obligada (por que claro las mujeres somos libres también de escoger este oficio, pero seria ingenuo negar que esta supuesta libertad no es producto de las propias leyes  económicas y de dominación de la mujer, en un mundo sin opresión femenina habría mujeres que no sujetan su intercambio sexual exclusivamente ha vinculos sentimentales, pero no lo harían al menos de manera principal por el dinero ), con esto entonces se oscurece el que existe toda una explotación de la mujer en la prostitución y sobre todo se refuerza que la idea estética que han creado los hombres para comerciar ese intercambio es legitima, y que la lucha feminista debería darse también en el campo de las exigencias estéticas que se hacen a la mujer no solo a las prostitutas sino por la sociedad de consumo, no para repetirlas sino para reinventarlas.

Postada: Acabo de leer el maravilloso articulo de Paola Molano Ayala (la justicia y las putas, http://www.semana.com/opinion/articulo/la-justicia-putas/339535-3) que hace énfasis en un punto que yo había pasado por alto. La forma como el ideario de puta, que incluye su estética pero muchas otras cosas, se constituye en un obstáculo para que las víctimas de violación alcancen reconocimiento y se haga justicia en un proceso. La situación es dramática como ella muy bien lo muestra, y de alguna manera la marcha se convertiría en una oportunidad para revisar esos prejuicio en nuestros funcionarios.

Estoy de acuerdo con que es inadmisible que la forma de vestir, el estar bajo el estado del alcohol, el acceder a algunas situaciones, sea usado en contra de las mujeres, y considero que pensarse eso desde la categoría de puta, puede ayudar al menos para que estos delitos no queden en la impunidad. Pero esto mismo no lleva a una reflexión profunda sobre quién ha creado este mismo ideario, es decir que más que una reapropiación del mismo, debería haber un revolución de los parametros estéticos y de conducta que no este necesariamente ligado al ideario de puta. Tampoco nos dice esto el por qué las mujeres elegimos ciertas estéticas, que claro estamos en nuestra libertad de escoger sin que esto nos haga más vulnerables, pero que no son escogencias libres si no son producto de un reflexión sobre el tipo de parámetros que reproducen.


También existen otros idearios que pueden ser un obstaculo en los procesos judiciales, como el que el abusador haya sido pareja de la mujer o el que se trate incluso de su marido, contra estos perjuicios también abría que luchar, así no se trate del ideario de puta.

Es decir que en materia judicial lo que necesitamos cambiar es el la ideario violación que han construido una "ciencia" falica como es el derecho. Por ejemplo el que la mujer tenga que tener señales del uso de la fuerza física, cuando se pudo acceder sexualmente a ella utilizando el alcohol o la violencia psicologíca, o la idea misma de penetración. Es complejo pero muestra que se trata de algo más allá del ideario de puta.
 


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