viernes, 22 de enero de 2021

LA DISTANCIA EN EL ABORDAJE DE FOUCAULT FRENTE A LOS POSTULADOS MARXISTAS

Al leer a Foucault parecería existir en el mismo una adopción de la teoría marxista. Así por ejemplo el nacimiento de la sociedad disciplinar está en el centro mismo de las relaciones de producción capitalista.

 

En Vigilar y Castigar el autor señala: “Si el despliegue económico de Occidente ha comenzado con procedimientos que permitieron la acumulación de capital, puede decirse quizá, que los métodos para dirigir la acumulación de los hombres ha permitido un despegue político respecto de las formas de poder tradicionales, rituales, costosas violentas, y que caídas pronto en desuso, han sido sustituidas por toda una tecnología fina y calculada del sometimiento… El crecimiento de una economía capitalista ha exigido la modalidad especifica de poder disciplinario, cuyas formulas generales, los procedimientos de sumisión de la fuerzas y de los cuerpos, la “anatomía política” en una palabra, pueden ser puestos en acción a través de los regímenes políticos, de los aparatos o de las instituciones muy diversas.”(Foucault 1975: p.223-224)

 

Esto recuerda, la lectura que realiza Althusser sobre la obra de Marx, en la cita en que  Marx se refiere  las relaciones de producción como relaciones de dominación:

 

“La forma económica especifica en la cual el sobretrabajo no retribuido es extraído a los productores inmediatos, determina la relación de dominio y de servidumbre tal como se deriva inmediatamente de la propia producción, y reacción a su vez sobre ella de manera determinante. Es en la comunidad económica, nacida de las relaciones de producción y de ahí, al mismo tiempo, su estructura política específica. En la relación inmediata con los productores inmediatos- relación cuyas formas corresponden siempre, conforme a su naturaleza, aun grado de desarrollo determinado del modo de trabajo, y por lo tanto, a un cierto grado de desarrollo de su fuerza productiva y social es donde encontramos el secreto más escondido de toda la construcción social y, en consecuencia, también de las formas políticas de la soberanía, y de la relación de dependencia, en un palabra de cada forma de este estado específico.” (Citado por Athusser 1967: p. 190)

 

Para Marx, la sociedad se organiza a partir de su relación con los medios de producción, o mejor con la distribución de estos medios, lo cual da lugar a relaciones de producción, las cuales establecen  las relaciones de los  sujetos entre si  y las formas políticas específicas. En palabras de Atlhusser:

 

“En el texto que acabo de citar, vimos demostrar a Marx que tal forma de combinación de los elementos presentes implica necesariamente un cierta forma de dominio y de servidumbre indispensables para asegurar esta combinación, es decir, una configuración política de la sociedad”. (Althusser 1967: p.191)

 

Lo que quisiera señalar en esta especie de comentario, es que Foucault, contrario a lo podría concluirse en Vigilar y Castigar, no considera que las relaciones de dominación sean necesariamente producto de las relaciones de producción, ni que estas últimas determinen las primeros. Esto a su vez trae implicaciones metodología, ya que si se considera las relaciones de dominación como consecuencia de  las formas de producción, la explicación de las superestructura jurídico-política deberá realizarse a partir de las primeras; lo cual no sucede en la Foucault, más bien se puede considerar  que tan sólo la disciplina  como técnica de ejercicio del poder tendría su origen en la sociedad burguesa.

 

Ahora bien, esto no resulta claro en la obra de Vigilar y Castigar donde como se señaló, si existe un referencia expresa al capitalismo como modelo económico que permitió el nacimiento del poder disciplinar, pero resulta mucho más claro en el Curso del 14 de enero de 1976, donde Foucault con ocasión de establecer las relaciones entre norma jurídica, realiza unas seria de precauciones metodológicas, que terminan por convertierse no únicamente en una critica a las teorías contractualistas del poder soberano, sino adicionalmente a la forma marxista de entender las relaciones de poder como relaciones de producción, o si se quiere saber entre formas de dominación y sociedad burguesa.  Cabe aclarar que este texto no se encuentra en el programa, pero fue abordado en la clase de Teorías y problemas contemporáneos del Estado.

 

Las cinco precauciones metodológicas de Foucault, comprender una forma de enteder el poder como algo trasnversal, reticular, descentrado capaz de a la vez de producir al individuo lo atraviesa, y productor de saber, y a abordarle metodológicamente desde sus puntos externos, su micromecanica sus relaciones de exclusión.  Al respecto señala en su tercera precaución de método: “no considerar el poder como un fenómeno de dominación masiva y  homogénea de un individuo sobre los otros, de un grupo sobre los otros, de un clase sobre las otras; sino tener presente que el poder, si no se lo contempla desde demasiado lejos, no es algo dividido en los que lo poseen, los que lo detentan exclusivamente y los que no lo tienen y lo soportan”. (Foucault: 144)

 

Y de manera más clara: “En el análisis descendente, del que pienso se debe desconfiar, podría decir que la burguesía, se ha vuelto, a partir de finales del siglo XVI y XVII la clase dominante; supuesto esto ¿cómo deducir de aquí el encierro de los locos? La deducción se puede hacer siempre, es fácil, y es justamente esto lo que reprocharía; en efecto es fácil mostrar que, siendo precisamente un loco un inútil para la producción industrial, la burguesía se vio obligada a deshacerse de él. …Estas deducciones son siempre posibles, son al mismo tiempo verdaderas y falsas, son demasiado fáciles ya que se podría hacer justamente lo contrario y mostrar cómo, partiendo del principio de que la burguesía llega a ser una clase dominante, los controles de la sexualidad  no era absolutamente necesarias…cuanto mayor fuese la fuerza-trabajo, tanto más plenamente y mejor hubiese podido funcionar el sistema de producción capitalista”. (Foucault 1979: p. 146)

 

Lo que plantea Foucault, es que las formas de producción no han creado necesariamente las relaciones de exclusión y de dominación, sino que se ha servido de la técnica de exclusión, “más bien, los mecanismos de exclusión de la locura, de vigilancia de la sexualidad infantil, llegado un  momento y por razones que hay que estudiar, pusieron de manifestó un provecho económico, una utilidad política y, de golpe, se encontraron naturalmente colonizados y sostenidos por mecanismos globales, por el sistema del Estado; y es partiendo de estas técnicas de poder y mostrando sus beneficios económicos o las utilidades políticas que de ellos se derivan, en un contexto dado y por determinadas razones, como se puede comprender que de hecho estos mecanismos terminen por formar parte del conjunto”.(Foucault 1979: p. 146)

 

 

Lo mismo puede aplicarse a las formas políticas, las cuales tampoco serían el producto necesario de las relaciones de producción, sino que estas se servirían de las mismas. Es así como Foucault se extraña de que pueda tener vigencia en el capitalismo la teoría de la soberanía, en la cual la soberanía como alma del Leviatan (en la versión Hobesiana), estaría compuesta por un numero de individualidades ensambladas y personificada en el soberano.

 

Para Foucault la teoría jurídico-politica de la soberanía tiene implícita la idea del rey, propio del feudalismo y que resultaría incompatible con la aparición en el siglo XVII-XVIII de la disciplina como nueva mecánica del poder.

 

 La contrapartida al poder soberano seria el poder disciplinario, que se inscribe sobre los cuerpos y no sobre los medios de producción, a la apropiación del poder y no a la distribución de la riqueza, que se base en sistemas permanentes de control y no en la existencia del soberano. Este tipo de poder disciplinar si sería propio de la sociedad burguesa. El nacimiento de la sociedad disciplinar debió llevar a la superación de la teoría de la soberanía, pero en su lugar se actualizado.

 

La razón para explicar la supervivencia de la teoría de la soberanía en la sociedad capitalista o sociedad disciplinaria, es que la teoría de la soberanía permitió establecer un sistema de derechos y de democratización de la soberanía  escondiendo el ejercicio efectivo de la dominación disciplinaria. En palabras de Foucault: “Creo que el proceso que ha hecho fundamentalmente posible el discurso de las ciencias humanas es la yuxtaposición, el choque de dos líneas, de dos mecanismos y de dos tipos de discursos totalmente heterogéneos: por un lado la organización de un derecho en torno a la soberanía y por otro la mecánica de las sujeciones ejercidas por la disciplina”

 

En conclusión se considera que no existe en la teoría Foucaultiana acogida de los postulados marxistas, específicamente en lo que tiene que ver con la relación entre relaciones de producción y relaciones de dominación, lo cual a su vez marca un divorcio con el método marxista (o materialista-histórico), ya que en Foucault la pregunta por el funcionamiento del poder es abordada por prevenciones metodologías que no permiten la inscripción en  la  división de estructura, superestructura.

 

Esto al menos a partir de los tres textos que se citan, por lo que una lectura más completa de la obra de Foucault, podría llevar a distintas conclusiones.

 

BIBIOGRAFIA

 

Althusser, Louis. “VIII. La Crítica de Marx”. Contenido en. Althusser, Louis. Para leer el capital. Siglo XXI Editores. Buenos Aires. Argentina. 2004. [pp. 178-196]

 

Foucault, Michel. “Disciplina” Contenido en. Foucault, Michel. Vigilar y Castigar. Siglo XXI Editores. Buenos Aires. Argentina. 2004 [pp. 139-230]

 

Foucault, Michel.   “Curso  del  14  de  enero  de  1976”.  Microfísica  del  poder.  Madrid: Ediciones  de  La  Piqueta. 1979   [pp. 139-152]

 

 

 


 

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