domingo, 25 de agosto de 2013

ESTUDIAR UN POSGRADO

Por estos días solo dos cosas parecen seguras, la muerte y hacer un posgrado, sin embargo cada vez encuentro más personas que nos decepcionamos con el mismo, he aquí algunas reflexiones que he tenido al respecto.

Por supuesto existen muchos tipos de posgrados, las especializaciones que son una especie de curso avanzado concentrado en el hacer, y las maestrías que son verdaderos posgrados. Existen maestrías virtuales, maestrías de garaje etc, y cada una cambia según la rama del saber, aquí hablaremos de las maestrías en ciencias humanas y de alguien que quiere realmente hacer una buena maestría.

Lo primero que encuentro es que las personas podríamos estar teniendo expectativas equivocadas frente a las maestrías. Las maestrías no son en primer lugar, una prolongación del pre-grado, así que no se puede esperar que esta llene los vacíos del mismo. Tampoco deberían ser una prolongación en el sentido de posponer nuestra inserción en el mundo laboral, porque finalmente resulta más difícil ingresar a este con un titulo de maestría y sin experiencia. 

Las maestrías en otras áreas distintas a nuestro pre-grado son una buena oportunidad para ampliar nuestro panorama, aprender herramientas y un lenguaje de otra área, pero no nos harán  un historiador o filosofo por hacer  una maestría en una de estas áreas, es decir que la maestría tampoco es el espacio para llenar nuestra frustración por no haber estudiado otra cosa. El éxito en estos casos estará en que usted logre vincular estas perspectivas con algo de lo que tenga realmente que ver con lo que usted hace.

Considero que si bien siempre es bueno contar con buenos profesores, las maestrías no están dadas por el contenido que plantean sino por el escenario que ofrecen para hacer investigación. Pero ojo, la maestría no es un espacio para aquellos que a la hora de hacer su pre-grado prefirieron no hacer tesis, porque sentían que no tenían las herramientas, realmente una maestría no forma investigadores, pero si es el espacio donde usted se plantea una investigación, así que es mejor contar una mala tesis de pre-grado,  que una doblemente mala en el posgrado.

Finalmente creo que cada maestría tiene algo diferente que ofrecer, así que la primera pregunta que usted debe hacerse es: qué espero de una maestría y si está realmente puede ofrecérmelo, así por ejemplo las maestrías en ciencias sociales se dirigen a que usted tenga un conocimiento muy amplio sobre un tema en especifico y a que aprenda los métodos de investigación propios de esa área, otras como la de filosofía lo llevarán no ha adquirir un conocimiento enciclopédico sino a plantearse preguntas, etc.


A veces incluso creo que sería mejor que antes de pensar en qué maestría escoger, pensara sobre qué le gustaría investigar y  a partir de ello escogiera la maestría, lo cual no significa que las maestría no sean un espacio para perderse intelectualmente también, pero evidentemente estos vagabundeos intelectuales cuestan mucho tiempo.